Raquel León Lamela | Dependencia y adicción emocional
Raquel León psicología en Santiago de Compostela
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Dependencia y adicción emocional

Cuando hablamos de dependencia emocional automáticamente nos vienen a la mente  relaciones tóxicas, o incluso problemas psicológicos en mujeres u hombres que están “enganchados” o “encadenados” a otra persona, ya sea una pareja, un amigo o incluso un familiar.

Sin embargo, esto dista mucho de la realidad. ¿Por qué hemos de sentirnos mal si necesitamos a nuestros seres queridos para sentirnos bien, cuando esto realmente es algo positivo?

El ser humano es la especie que desde su existencia se ha convertido en el ser más dependiente y social que hay en el planeta. De hecho, desde nuestro nacimiento se necesitan años y años de atención por parte de nuestros progenitores e incluso de profesionales de la educación y la psicología hasta que somos capaces de valernos por nosotros mismos.

No podemos ir en contra de algo que está presente en nuestros genes sociales, entre otras cosas, porque si no fuese por nuestra capacidad psicológica para interactuar socialmente con otros individuos, el ser humano no hubiese sobrevivido ni alcanzado grandes metas a lo largo de su historia.

La dependencia emocional es un tema muy vilipendiado y atacado a día de hoy sin ningún tipo de conocimiento previo o debido a una mala interpretación del concepto. Por eso es necesario consultar a algún profesional de la psicología, para poder hacer una correcta interpretación de algunos términos.

La dependencia emocional no solo no es mala, sino que es muy necesaria y esencial en la vida de las personas, tanto anímica como psicológicamente. Tan solo necesitamos hacernos la pregunta correcta:

¿Cómo tenemos que depender y de qué tipos de personas?

Vínculos emocionales

-Dependencia vertical: es la vinculación necesaria entre los cuidadores padres, madres o figuras de apego principales y el hijo. En la infancia y la adolescencia, la dependencia es vertical, ya que los cuidadores dan protección, seguridad y cuidados básicos a los hijos.

De este tipo de relación depende que los niños puedan vivir adecuadamente no solo física, sino también emocionalmente, por lo que es algo imprescindible para la salud mental y psicológica de los mismos.

-Dependencia horizontal: conforme alcanzamos la edad adulta, esa dependencia vertical debe modificarse hasta llegar a una dependencia horizontal. Esto es: mi pareja me cuida y yo cuido de mi pareja.

Existe necesidad de cariño, protección y seguridad, pero es totalmente bidireccional, de hecho, los adultos que se sienten incapaces de afrontar su vida sin el apoyo excesivo de su pareja, no han dado el salto hacia la horizontalidad, o lo que es lo mismo, mantienen la vertical, es decir, hay una adicción emocional.

Suelen ser personas que necesitan la opinión del otro en exceso y que difícilmente toman decisiones por sí mismas. Tienden a sentir que el mundo les pesa o que es demasiado complejo. Además se sienten profundamente solas. Esto no quiere decir que lo estén.

El mantenimiento de la dependencia emocional vertical, suele deberse a problemas en el desarrollo de la regulación psico-emocional y la intimidad.

Si esto sucede, es importante que consulte a un profesional de la psicología, el/la cual establecerá el diagnóstico y evaluará una posible terapia para solucionar el problema.

Adicción emocional

La adicción emocional consiste en una serie de vínculos emocionales destructivos que se da en una relación tóxica entre adultos, aunque también se puede dar entre padres e hijos donde se produce maltrato psicológico o físico.

Un vínculo destructivo es cuando no puedes cortar esa atadura personal que te hace daño y te conviertes en un adicto emocional.

Para que sea adicción emocional se deben de cumplir tres criterios:

– Síndrome de tolerancia: soportar todo lo que venga en esa relación porque se va a necesitar a esa persona pase lo que pase.

– Un deseo intenso de “encadenarte” a esa persona, estar con ella todo el tiempo, incluso perder amistades por ello.

– Síndrome de abstinencia: cuando has cortado y sientes que necesitas estar con esa persona a toda costa, a pesar de que te haya hecho mucho daño.

Coadicción emocional   

La coadicción emocional sucede cuando una persona se engancha a otra con la intención de salvarla, es decir, adopta un rol de “salvador”, lo que puede perjudicar grave y psicológicamente a esa persona, además de no ayudar en absoluto a la otra persona por mucho apego que se le pueda tener.

Lo mejor que se puede hacer para ayudar a una persona con algún tipo de problema, ya sea adicción a algún tipo de sustancia u otro problema psicológico, es que se ponga en manos de un profesional.

Como superar la adicción emocional

Es necesario conocer las fases del duelo que hay que superar, que son:

  1. Etapa de la negación.
  2. Etapa de la ira.
  3. Etapa de la negociación.
  4. Etapa de la depresión.
  5. Etapa de la aceptación.

Cualquier persona es susceptible de caer en relaciones tóxicas. Son muchas las personas que van a terapia psicológica para “desengancharse” de alguien. Los profesionales de la psicología abordan una terapia individualizada para afrontar las situaciones personales y establecer el bienestar emocional.

Si te encuentras en una relación tóxica y no consigues superar a esa persona no dudes en consultar con un psicólogo. Tu salud es lo más importante, por eso es fundamental ponerla en manos de personas expertas que analicen tu situación, te ofrezcan un diagnóstico concreto y desarrollen una terapia individualizada y controlada.