22 Sep Autolesiones, qué son y qué nos indican
Golpes, cortes, quemaduras, perforaciones en la piel…
Detrás de las autolesiones “se esconden” problemas psicológicos, más o menos graves en función del tipo de lesiones y de la frecuencia de las mismas. Las personas que se autolesionan están sufriendo un dolor emocional que no saben cómo canalizar y esa situación deriva en agresiones hacia su propio cuerpo. Una persona que se autolesiona no está intentando “llamar la atención”, simplemente está manifestando su sufrimiento ante una situación que no sabe cómo enfrentar. Por eso, ante un caso de autolesión la solución es recurrir a un profesional de la psicología para realizar una evaluación inicial del caso y un diagnóstico completo.
Las primeras conductas autolíticas suelen aparecer en la adolescencia, un período complejo en el que los y las jóvenes conforman su identidad, aunque cada vez es más habitual atender en consulta a personas adultas que presentan esta conducta autolesiva. De por si las autolesiones no suponen que esa persona presente una conducta suicida, pero si deben abordarse con rigor y profesionalidad para atajar el problema psicológico y conductual.
El comportamiento autolesivo es habitualmente resultado de una enfermedad mental no diagnosticada o no tratada de manera correcta. Los trastornos mentales más comunes que tienen como síntomas las autolesiones son:
- Trastorno obsesivo compulsivo TOC
- Trastorno límite de la personalidad TLP y otros trastornos de personalidad
- Trastornos de la alimentación
- Depresión y otros trastornos depresivos
- Ansiedad
- Trastorno bipolar
- Alcoholismo
- Esquizofrenia
- Trastorno de déficit de atención e hiperactividad TDAH
Sin olvidar aquellos traumas de la infancia o situaciones límite, como abusos físicos o sexuales y casos de acoso, que son un factor desencadenante de conductas autolíticas.
Regular las emociones
Los y las jóvenes que se autolesionan necesitan del apoyo de su entorno cercano porque necesitan conocer, aceptar y regular sus emociones. El primer paso ante un caso de conducta autolítica es atender las lesiones desde el punto de vista sanitario, para garantizar que no suponen un riesgo para la salud física. El siguiente paso es atender la salud mental de la persona que se autolesiona. Es fundamental contar con un psicólogo o psicóloga profesional que realice un diagnóstico y marque unas pautas de tratamiento para abordar el problema.
Terapia psicológica
La terapia psicológica para el paciente con problemas de autolesiones busca aportar los recursos adecuados para que esa persona pueda regular sus emociones ante situaciones adversas, de estrés, ansiedad, etc. El objetivo es que canalice sus emociones sin sentir la necesidad de autolesionarse.
Además, otro de los aspectos importantes en los que trabaja el profesional de la psicología es en el fortalecer la autoestima, para que confíe en si misma y en sus capacidades para afrontar y superar situaciones desfavorables.
Es sin duda un tratamiento complejo que requiere un seguimiento exhaustivo, pero también es cierto que en la mayoría de los casos los resultados son óptimos, logrando que el paciente supere sus problemas y pueda llevar una vida totalmente normal.